Proyecto

Liderado y coordinado por Feragua, Cetaqua, Amaya, Universidad de Córdoba y Agbar Agriculture, HAGRO es un proyecto de innovación cofinanciado por la Junta de Andalucía y la Unión Europea a través del Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2022 (FEADER), en el marco de las ayudas para el funcionamiento de grupos operativos de la Asociación Europea de Innovación (AEI) en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas en el sector Agroalimentario. El proyecto también tiene como socios colaboradores a Aguas de Montilla, C.R. Tintin, Hidralia y Regaber.

Objetivos

HAGRO pretende optimizar la aplicación de las aguas regeneradas al riego del olivar a través de la creación de una herramienta informática para la implementación de un modelo de gestión de riesgos eficaz, seguro, viable y conforme a la normativa europea.

El objetivo principal del proyecto es diseñar y construir una herramienta digital de gestión de riesgo que optimice el uso de agua regenerada, garantizando su seguridad, proporcionando información sobre sus nutrientes y conectando a todos los actores de la cadena de valor.

Este objetivo general se materializa en las siguientes metas específicas relacionadas con los distintos actores:

  • Para los operadores de plantas de tratamiento, facilitar la definición y puesta en marcha de SSPs (Planes de Seguridad de Saneamiento), la monitorización de los riesgos asociados a los procesos de regeneración de agua y la recomendación de consignas de operación que aseguren la correcta gestión operativa de estos riesgos, asegurando el cumplimiento de los criterios de calidad definidos.

  • Para las comunidades de regantes, promover el uso de agua regenerada entre los regantes mediante servicios de alto valor añadido basados en datos y el uso de agua regenerada con un valor agronómico intrínseco gracias a los nutrientes ya disponibles.

  • Para los regantes, disponer de un caudal de información constante, fiable y transparente que valide la disponibilidad y trazabilidad del agua regenerada y su plena validez como fuente segura, agronómicamente favorable y sostenible para el riego del olivar.

  • Para la administración pública competente en la materia (Agricultura / Medio Ambiente / Sanidad), disponer de una herramienta de gestión de riesgo que asegure el correcto funcionamiento de sistemas de riego con agua regenerada.

Resultados

El principal resultado que se espera de HAGRO es facilitar y promover un adecuado control de riesgos en el uso agrícola de las aguas regeneradas que garantice el cumplimiento de requisitos establecidos por la normativa comunitaria.

Asimismo, se espera que el proyecto contribuya a:

  • Incrementar del número de planes de seguridad operativos en las plantas de saneamiento.
  • Reducir el tiempo de detección y mitigación de riesgos relacionados con la producción de agua regenerada.

  • Incrementar el uso de agua regenerada en las comunidades de regantes.
  • Expandir el portfolio de servicios digitales innovadores para las operaciones agrícolas.

A través de estos resultados, HAGRO promoverá el uso agrícola de las aguas regeneradas con total seguridad para el medio ambiente y la salud humana y total cumplimiento de la normativa europea. Y al hacerlo, fomentará la economía circular a través del reaprovechamiento de recursos hídricos y nutrientes y reforzará la garantía del agua para el olivar a través de un mix hídrico sostenible.

Antecedentes

HAGRO da continuidad a los resultados de los proyectos Reutivar 2.0 y Reutivar, que acumularon evidencia científica suficiente para acreditar que las aguas regeneradas pueden utilizarse en el riego del olivar con plena/s garantía/s para la seguridad humana y vegetal y con un pleno e íntegro cumplimiento de la normativa europea.

El desarrollo del proyecto Reutivar 2.0. permitió establecer las siguientes conclusiones en relación a la aplicación de las aguas regeneradas al olivar:

  • El uso de las aguas regeneradas es sostenible y seguro para el riego del olivar, pero es que además puede aportar beneficios adicionales a los agricultores y al medioambiente por las concentraciones de nutrientes presentes en estas aguas.
  • Convenientemente consideradas e integradas en un plan de fertirriego, la presencia adicional de nutrientes en las aguas regeneradas puede traducirse para los agricultores en unos menores costes en fertilización, por lo que su uso tendría también una dimensión económica positiva.
  • Desde el punto de vista ambiental, la aplicación de las aguas regeneradas aporta un doble resultado o impacto de economía circular, al permitir no sólo la reutilización del agua sino también la recuperación de nutrientes existentes en la misma, lo que contribuye a disminuir la contaminación difusa al aplicar en campo menos fertilización.
  • Las balsas de decantación y acumulación contribuyen a la mejora de la calidad del agua tras el tratamiento secundario en la EDAR,
  • La aplicación del llamado enfoque multibarreras, con medidas preventivas adicionales, es eficaz para disminuir los riesgos asociados al uso de las aguas regeneradas y debe ser incorporado por tanto a los planes de gestión del riesgo de las comunidades de regantes que utilicen estos recursos hídricos.
  • A través de un modelo predictivo, es posible prever la concentración de los principales nutrientes nitrogenados en el agua de riego que llega a cada parcela, una información gracias a la cual los agricultores pueden lograr ahorros muy significativos en materia de fertilización nitrogenada.

Contexto Hidrológico y Regulatorio

Según la planificación hidrológica vigente, las aguas regeneradas triplicarán su peso en Andalucía de aquí a 2027, por lo que están llamadas a tener un papel fundamental en el mix hídrico de las cuencas litorales, donde su aplicación tiene mayor potencial. Desde el punto de vista regulatorio, todas las administraciones tienen marcos normativos favorables a la aplicación de las aguas regeneradas en el regadío como paradigma de la economía circular y estrategia contra el cambio climático.

El proyecto HAGRO se pone en marcha en un contexto de clara apuesta de las administraciones por el fomento del uso de las aguas regeneradas y por potenciar el mix hídrico en las cuencas andaluzas, especialmente las litorales, a fin de mejorar la garantía y disponibilidad de agua para riego. A nivel regional, según la planificación hidrológica vigente, las aguas regeneradas triplicarán su peso de aquí a 2027. En concreto, en el conjunto de las cuencas andaluzas, el volumen de aguas regeneradas se prevé aumente de 63,68 a 174,21 hm3/año hasta 2027.

Desde punto de vista regulatorio, tanto Unión Europa, como Estado y Junta de Andalucía tienen desarrollados marcos normativos para promover las sinergias entre las políticas agrícolas y ambientales y, de forma específica, para la aplicación de las aguas regeneradas en el regadío como paradigma de la economía circular y estrategia de adaptación al desequilibrio hídrico agravado por el cambio climático.

El proyecto HAGRO se pone en marcha en un contexto de clara apuesta de las administraciones por el fomento de la regeneración de las aguas regeneradas y por potenciar el mix hídrico en las cuencas andaluzas, especialmente las litorales, a fin de mejorar la garantía y disponibilidad de agua para riego. A nivel regional, según la planificación hidrológica vigente, las aguas regeneradas triplicarán su peso de aquí a 2027. En concreto, en el conjunto de las cuencas andaluzas, el volumen de aguas regeneradas se prevé aumente de 63,68 a 174,21 hm3/año hasta 2027.

Evolución de las aguas regeneradas en Andalucía según la planificación hidrológica (desglose por tipo de recursos en hm3/año)

Cuenca 2022 2027 2039
Guadalquivir 34,70 54,70 54,70
Tinto-Odiel-Piedras 0 6 6
Guadalete-Barbate 5,58 8,31 8,31
Cuencas Mediterráneas Andaluzas 23,40 105,20 107,5
Total 63,68 174,21 176,51

Desplace la tabla hacia la izquierda para ver los valores.

Desde punto de vista regulatorio, tanto Unión Europa, como Estado y Junta de Andalucía tienen desarrollados marcos normativos para promover las sinergias entre las políticas agrícolas y ambientales y, de forma específica, para la aplicación de las aguas regeneradas en el regadío como paradigma de la economía circular y estrategia de adaptación al desequilibrio hídrico agravado por el cambio climático.