La reutilización del agua en forma de aguas regeneradas para el riego del olivar aporta ventajas tanto económicas como ambientales, ya que, además de reaprovechar los recursos hídricos, permite la recuperación de nutrientes presentes en el agua, como el nitrógeno y el fósforo. Con la creación de una herramienta digital de gestión de riesgos que facilite la correcta aplicación de los planes de seguridad (SSPs) y dé cumplimiento a la normativa europea, el proyecto HAGRO contribuirá a favorecer la economía circular, el míx hídrico y la garantía y disponibilidad de agua para el sector del olivar.

El olivar de regadío representa el 33,5% de la superficie total de este cultivo, lo que supone un incremento significativo en comparación con campañas anteriores. Además, es el cultivo de mayor consumo de agua en la cuenca, según los datos de la CHG, y es un motor económico y vertebrador del tejido social en la región. 250.000 familias de olivareros en Andalucía que viven de forma directa de este cultivo y el sector representa el 24% del valor total de la producción agrícola andaluza.