El uso de las aguas regeneradas es una de las estrategias básicas alentadas por todas las administraciones para mejorar el equilibrio hídrico entre la oferta y la demanda, y el proyecto HAGRO, que nace como continuación de los proyectos REUTIVAR 2.0 y Reutivar, pretende aportar una herramienta práctica para impulsar esta estrategia. Se trata en concreto de una aplicación informática que permitirá la gestión de riesgos de la aplicación de las aguas regeneradas al cultivo del olivar de una forma integrada y abarcando la participación de todos los actores implicados: desde los operarios de las EDAR hasta los regantes finales, pasando por los técnicos encargados en las comunidades de regantes de las infraestructuras intermedias de gestión del agua de riego como balsas de regulación y redes de distribución.

El objetivo es garantizar que el agua regenerada se utiliza cumpliendo con los estándares de calidad establecidos (RD 1620/2007 y Reglamento UE 2020/741) y por tanto con la mayor seguridad tanto para la salud de las personas como para la sanidad vegetal y el medio ambiente. Del mismo modo, con la nueva herramienta se pretende proporcionar a los regantes información de valor sobre los nutrientes que contienen las aguas regeneradas, de modo que pueda utilizar esa información para su plan de fertiriego, y disminuyendo en su caso los costes en nutrición vegetal.

El proyecto está liderado por Feragua, Cetaqua, Amaya, Universidad de Córdoba y Agbar Agriculture y en él también participan, como socios colaboradores, Aguas de Montilla, C.R. Tintín, Hidralia y Regaber.

Las condiciones hídricas de Andalucía, sometida a un déficit estructural, y la relevancia estratégica que tiene el olivar en nuestra Comunidad desde una dimensión social y económica, especialmente en el medio rural, hacen de especial valor este proyecto, que trata de aprovechar el entorno regulatorio favorable a las aguas regeneradas, así como las inversiones previstas en la planificación hidrológica, para propiciar un desarrollo sostenible del olivar andaluz a través de estrategias relacionadas con la economía circular. Aunque no suficiente, el uso de aguas regeneradas es una alternativa no convencional de gran interés para mejorar la garantía hídrica, especialmente en el litoral andaluz.