La jornada de presentación de resultados del Proyecto HAGRO contó con la intervención de Enrique Gutiérrez, gerente de CETAQUA Andalucía, y Ángel Cañete, investigador de la misma entidad, y ambos coordinadores técnicos del proyecto. Ambos expertos detallaron los avances logrados por esta innovadora iniciativa, que apuesta por la digitalización como palanca para impulsar el uso seguro de aguas regeneradas en el regadío andaluz, en línea con los objetivos de la economía circular y la eficiencia hídrica.
En su introducción, Gutiérrez subrayó que el proyecto HAGRO se enmarca en el modelo de innovación de CETAQUA, basado en la colaboración público-privada y el desarrollo de soluciones aplicadas que garanticen la sostenibilidad del ciclo del agua. Recordó que Andalucía afronta importantes retos hídricos y que iniciativas como HAGRO permiten combinar conocimiento científico, tecnología y la experiencia directa de los regantes para dar una respuesta adaptada a las necesidades locales.
Por su parte, Ángel Cañete presentó en detalle la herramienta digital HAGRO, diseñada específicamente para facilitar la elaboración de los Planes de Gestión del Riesgo (PGRAR) exigidos por la normativa europea y nacional. Esta plataforma permite a los usuarios describir su sistema de reutilización de aguas, analizar los riesgos sanitarios y medioambientales, e identificar las medidas preventivas y correctoras necesarias para garantizar un uso seguro y conforme a la ley. La plataforma guía a los usuarios en todo el proceso de identificación y análisis de riesgos sanitarios y medioambientales vinculados al uso de aguas regeneradas e incluye cartografía digital personalizada, esquemas técnicos del sistema de reutilización y plantillas inteligentes para facilitar la elaboración del PGRAR, cumpliendo con la exigente normativa europea».
Entre las funcionalidades destacadas de HAGRO se encuentran la cartografía personalizada de los sistemas de riego, esquemas de funcionamiento, plantillas de análisis de riesgo automatizadas y documentación técnica de referencia. Cañete explicó que la herramienta es accesible y colaborativa, lo que facilita que los distintos actores implicados, desde operadores de depuradoras hasta comunidades de regantes, puedan trabajar de forma conjunta y coordinada en la gestión de los riesgos.
Con HAGRO, Andalucía da un paso decisivo hacia un modelo de regadío más resiliente, seguro y alineado con los principios de sostenibilidad y digitalización que promueve la Unión Europea, consolidando así el compromiso del sector agrario andaluz con la gestión eficiente de los recursos hídricos.
«Los responsables del proyecto recordaron que la ambición de Andalucía en materia de aguas regeneradas es clara, con objetivos como alcanzar los 41 hectómetros cúbicos anuales de producción en 2030 o triplicar los recursos regenerados disponibles hasta los 179,5 Hm³ en el horizonte 2039, cifras clave para afrontar el déficit estructural hídrico que sufre la región».